Edición 2017
Los derechos de propiedad intelectual continúan siendo muy desconocidos tras casi 20 años de la entrada en vigor de las leyes 65-00 de derecho de autor y 20-00 correspondiente a la propiedad industrial. Es por esto que me complace presentarles la cuarta edición del Anuario Dominicano de Propiedad Intelectual, principalmente porque en este número abordamos temas que aún son objeto de confusión en la sociedad dominicana, tales como la parodia y la gestión colectiva de los derechos de autor y de derechos conexos. Se ha planteado en los medios de comunicación que el cobro de estos derechos constituye un pago de «impuesto» por la colocación de música e imágenes. Es preciso aclarar que este pago no trata de ninguna tributación, es un derecho de los titulares de obras para quienes las sociedades de gestión colectiva efectúan cobros a nombre de sus miembros. Aún existe esa visión de que la propiedad intelectual es un elemento encarecedor de la cultura, cuando es totalmente lo contrario, impulsa la innovación y la creatividad que otorgan beneficios económicos que se traducen en fuentes de empleo, esenciales para el desarrollo económico de las naciones. La propiedad intelectual es clave para el avance de la sociedad.
En este número también se plantea una tesis nunca antes suscitada, el Dr. Jorge Subero Isa analiza la existencia de una presunción de responsabilidad objetiva de los terceros que infringen derechos de autor donde el titular del derecho vulnerado a razón del principio iura novit curia se beneficia de la presunción por excusarlo de presentar la prueba de la falta incurrida por el autor del daño. Desde España, el profesor Fernando Bondía Román nos relata la cohabitación entre los derechos del autor y del artista intérprete o ejecutante haciendo un estudio comparado entre la legislación española y la dominicana. El magistrado Édynson Alarcón demuestra su inquietud intelectual en el deseo de descubrir qué tipo de obra es nuestro Anuario con su artículo «El Anudopi y las probables complejidades de su naturaleza». David La Hoz hace una valoración de las sociedades de gestión colectiva de derechos de autor en donde analiza el comportamiento de las mismas por parte de los propios gestores. Vingy Bello nos trae un análisis sobre la parodia como excepción o limitación al derecho de autor, una figura no reconocida por el derecho dominicano pero que, de ser introducida, esclarecería la atmósfera nebulosa que viven los artistas en cuanto a qué interpretación cómica se les permite dentro de los límites de la libertad de expresión. Natalia Ramos nos hace un análisis detallado de las marcas tridimensionales y los requisitos necesarios para lograr su registro utilizando jurisprudencias nacionales como internacionales. Por último, en la sección de jurisprudencia comentada, proveyendo análisis sobre un gran número de sentencias de tribunales y cortes, la recopilación ya obligada en las ediciones del Anudopi, tenemos a Edwin Espinal, colega y amigo, con quien siempre podemos contar.
Queremos agradecer a nuestro Consejo Editorial y Comité Asesor porque cada año nos brindan su apoyo incondicional y nos nutren de sus acertadas observaciones. A nuestros colaboradores de edición, traducción y a todo el equipo editorial que vela para que esta publicación sea una realidad. En especial agradezco la participación de los autores cuyos trabajos hacen posible la edición actual, gracias por ser cómplices de este intercambio de opiniones que contribuye a un mejor entendimiento sobre el tratamiento de los casos de propiedad intelectual y promueve la confianza en este sistema. El Anudopi aspira a convertirse en un recurso proactivo y tangible donde podamos compartir nuestras reflexiones para constituirnos en una herramienta de entrenamiento y de creación de conciencia colectiva sobre el valor de los elementos protegidos, pretendiendo estimular cambios y diálogos. Tal como el Lego®, cuyo nombre es abreviatura de dos palabras danesas: leg godt que significa «jugar bien», así mismo nos toca a nosotros jugar bien nuestro papel.
Ana Carolina Blanco Haché
Editora