Edición 2018
El Anuario Dominicano de Propiedad Intelectual celebra una nueva conquista: la quinta edición. Nos llena de satisfacción saber que desde nuestros inicios hemos logrado publicar de manera constante para alcanzar metas propuestas y renovar el compromiso de calidad. Cuarenta autores nacionales y extranjeros han colaborado con nosotros. Hemos logrado convertirnos en un espacio de reflexión que incluso toca temas controvertidos y aporta a la diversidad de pensamiento.
En el presente número, el profesor José Fariñas habla sobre los «Contratos de autopublicación de obras escritas en plataformas digitales», y plantea que las nuevas tecnologías han cambiado el sistema tradicional de publicación, evolucionando hacia un modelo más dinámico con usuarios que son productores y consumidores de contenidos, lo que trae implicaciones para el derecho de autor por tratarse de obras protegidas. Le sigue Rosa Campillo con un estudio sobre la proliferación de leyes que sancionan la violación de los derechos intelectuales, incluyendo la Ley de Lavado de Activos que impone penas más severas que las previstas en las leyes especiales. Mario Pujols y María Josefina Félix Troncoso nos hablan de las indicaciones geográficas y denominaciones de origen dominicanas. Pujols hace un llamado para adecuar nuestro marco jurídico a raíz de la actualización (aún no aprobada) del Arreglo de Lisboa, para evitar la competencia desleal sobre productos dominicanos con buena reputación en el mercado exterior. Félix Troncoso establece que el país presenta excelentes condiciones para que el Estado conceda denominaciones de origen cuya característica principal es informar al consumidor sobre la calidad de un producto, pero se deben reunir cualidades únicas atribuibles al lugar donde se produce y a la forma en que se produce. Giraldy Bello nos habla de la innovación en la República Dominicana, en concreto sobre los vehículos autónomos y cómo este es un país favorable para su desarrollo. Por último, Edwin Espinal Hernández nos presenta jurisprudencia sobre: gestión colectiva, transformación de obra musical, comunicación pública no autorizada, derecho de la propia imagen, uso no autorizado de una marca, medidas en frontera y medidas cautelares, entre otras.
Al llegar a este momento de nuestra historia, es necesario agradecer la colaboración intensa de nuestro consejo editorial, evaluadores y asesores internacionales por su esfuerzo y dedicación, sin ellos estas cinco ediciones no serían iguales. A nuestros lectores y colaboradores, por ser pilares de nuestra existencia. Y finalmente a nuestros autores, que cada año ceden sus derechos patrimoniales para que podamos ser también una publicación digital de acceso gratuito a nivel mundial, sin ellos no sería posible y les estamos eternamente agradecidos.
A propósito de las indicaciones geográficas, y tocando también la creatividad y el arte, quisiera dejarles estas palabras del profesor Juan Bosch pronunciadas el 17 de febrero de 1963:
Todo creador necesita un pueblo que lo comprenda y que lo estimule. Sin ese pueblo [...] el creador se agota, como la planta en la tierra donde no hay agua, donde el aire es seco, y la tierra cargada de sal. Tenemos que hacer del pueblo dominicano, un pueblo capaz de comprender y admirar la obra de arte [...] El artista crea para la eternidad, el artista crea belleza, la belleza produce bien de alma, el bien de alma conduce a la bondad, y la bondad, dominicanos, es lo que debe perseguir el hombre sobre la tierra. Tenemos que estimular a nuestros artistas, que con gran trabajo y con miseria y con lucha están creando belleza para darle prestigio a este país.
Ana Carolina Blanco Haché
Editora